El clásico folleto de toda la vida, el del formato A5, sigue siendo una forma efectiva de hacer llegar nuestra publicidad directamente al hogar de nuestros futuros clientes.
Pero no solo nos tenemos que ceñir a un tamaño o forma. Con el presupuesto adecuado, un diseño genial y una buena producción, podemos llegar a conseguir folletos que son pequeñas obras de arte, que se quedan en la memoria de la gente.
Desde presentar nuestro nuevo local con un diseño sencillo a una tinta para un buzoneo, hasta una tirada con la lista de precios mensuales de nuestros productos en oferta.
